Lo mejor para la piel es conocerla; aunque haya tipos
definidos de piel, en todo tipo de pieles el día a día puede modificar su
estado. La piel, en concreto del rostro, es considerada por muchos el cristal a
nuestro interior, mostrando al exterior qué está sucediéndonos. En épocas más
difíciles, de cansancio, de estrés, de depresión… es la primera en sufrir las
consecuencias. También le afectan en climas extremos, o con un gran exceso de
contaminación, los malos cuidados, etc.
Los factores que pueden alterar su estado son muchos. Lo
mejor para la piel es saber escucharla. Identificar qué necesita y adaptar el
primer paso de cuidados a sus necesidades.
Además, y para cualquier edad, deberán complementar su
tratamiento con una correcta hidratación, una buena rutina de ejercicio y las 8
horas de sueño reglamentarias. Sabemos que a veces es imposible lograrlo, pero
si te lo propones, tu piel te lo agradecerá.
¿Están
listas para cuidar su piel?
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